El 28 de septiembre de cada año en San Miguel Tolimán tiene lugar el festejo dedicado al patrono del pueblo. Con una ferviente devoción, los pobladores participan en lo que es, sin lugar a dudas, una expresión de sincretismo religioso entre catolicismo y las tradiciones espirituales otomíes. Este evento fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.